Soy Toreto, un adolescente que ha aprendido a base de palos lo dura que puede ser la vida, ¿de donde vengo? Quizás de una camada indeseada o de un capricho de algún niño consentido, lo cierto es que llevo desde septiembre dando tumbos en diferentes centros de protección animal y no encuentro una familia para mí.

Cuando llegué al último y más grande que había visto, me dijeron que me adoptarían muy pronto, que soy de tamaño pequeño y joven, lo que quieren todas las familias, pero pasan los meses y ni siquiera piden citas para conocerme... Quizá sea mi aspecto tosco, algo anchote para un ratonero, o quizá las perrerías que a veces se me escapan por el hocico... el caso es que nadie se ha detenido más de 10 min conmigo para rascar un poco la superficie y ver todo lo valioso que esconde este Pequeño cuerpo.

Estoy aquí, buscando mi gran oportunidad, una “familia” que me demuestre el significado real de esa palabra, donde hallar cobijo, seguridad, cariño, buenas palabras,  comidita rica, juego, descanso... ¡¡En resumen, una vida digna!! Una vida que merezca la pena vivir.